Los billetes de euro carecen de las peculiaridades presentes en las monedas porque sus signos y símbolos son idénticos para los 19 países y no presentan ninguna variación si obviamos los números de serie. Las monedas, en cambio, ofrecen características únicas con alguna que otra peculiaridad.
Siempre bajo la Constitución
Alemania y Francia son los dos únicos países del Euro que utilizan solamente símbolos constitucionales en sus monedas. En el caso de Francia, en sus monedas de 1 y 2 euros se muestra el árbol republicano de la vida, uno de los símbolos más relevantes del estado francés, cuyas ramas crecen entre consignas referentes a la Revolución Francesa. Pero el concepto de “sembrar” o expandir estas ideas revolucionarias también aparece en las monedas de 50, 20 y 10 céntimos. En este caso, a través de la figura de La Semeuse o La Sembradora, una escena que representa a una mujer vestida con una larga túnica, y gorro frigio, llevando consigo un saco lleno de semillas. Se trata de un grabado con una larga tradición en la numismática francesa, creado en 1897 para aparecer en las monedas de plata de la Tercera República y más tarde reutilizada en 1960 para los nuevos francos. Además, en las monedas de 5, 2 y 1 céntimo aparece la La Marianne, la famosa heroína revolucionaria y uno de los símbolos más populares de Francia.
En cuanto a los euros alemanes, su símbolo más poderoso es la Puerta de Brandenburgo en las monedas de 50, 20 y 10 céntimos. A pesar de que este maravilloso monumento fue construido entre 1788 y 1791 (sustituyó a una de las 18 puertas de la antigua muralla de Berlín), lo cierto es que su fama alcanzó nuevas cotas tras el fin de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín en 1989. Se convirtió de hecho, en el símbolo de la reunificación de Alemania y en su emblema constitucional. Lo curioso es que frente a este gran monumento, las monedas de 5, 2 y 1 céntimo contienen el grabado de una sencilla rama de roble. Una especie muy común en toda Europa y que en principio carece de cualquier particularidad, pero que durante la República de Roma representó el honor. Un significado que fue recuperado por los franceses durante la revolución y que en el caso de Alemania se estableció como un símbolo nacional.
La Comunidad Europea en el mundo
El reverso de las monedas de euro, que es el lado común en todas ellas, muestra las tres situaciones de Europa dentro del planeta. Por un lado, en las monedas de 1 y 2 euros se representa una Europa sin fronteras, como una simple masa de tierra. Mientras, en las monedas de 50, 20 y 10 céntimos, el mapa varía para incluir las fronteras que separan a cada uno de los estados miembros. Incluso si utilizáis una lupa, podéis apreciar que existe un pequeño espacio no delimitado entre Francia, Italia, Austria y Alemania, y que representa a Suiza, un país que no pertenece a la Zona Euro. Y por otro lado, en las 3 monedas restantes de céntimos, aparecen los países europeos dentro del globo terráqueo, mostrándose como una parte destacada del mundo.
Grecia, más allá de Atenas y Esparta
Parece imposible separar a los griegos de la omnipresente Antigua Grecia. Al menos podemos hacerlo a través de sus monedas. Pero nos topamos con la primera sorpresa: la de 2 euros no es griega. ¡Lo increíble es que su grabado no es una obra griega sino romana! Es la reproducción de un antiguo mosaico romano en el que aparece una típica villa cerca de Esparta. Mientras, la moneda de 1 euro representa la imagen de otra moneda, en este caso de un tetradracma ateniense del siglo 5 a.C. que incluye la figura de un búho. Es una idea que copia de los dracmas modernos de 1970.
Pero Grecia tiene también una historia moderna y el país heleno tampoco dejó pasar la oportunidad de mostrarla a través de sus monedas. Es el caso del perfil de Rigas Velestinlis, un héroe nacional e intelectual reformista y considerado uno de los grandes ideólogos del estado moderno griego. También aparece el primer Presidente de la Grecia libre, Ioannis Capodistrias, asesinado en 1871 en la ciudad de Nauplia, y Eleftherios Venizelos, uno de los principales políticos helenos durante las Guerras de los Balcanes y del Mar Egeo en 1910.
Lo cierto es que los griegos optaron por plasmar los momentos más dolorosos de su historia reciente y dejar a un lado otros hechos históricos mucho más gratos. Y es que las monedas de 5 y 2 céntimos muestran barcos de guerra (una antigua galera y un buque de guerra utilizado en la Guerra de Independencia). Eso sí, como excepción decidieron incluir un petrolero en la moneda de 1 céntimo como recuerdo de su prestigiosa historia astillera.
Letonia y la doncella
La joven república báltica de Letonia fue el penúltimo estado en adoptar el euro como moneda oficial. Entre los monumentos y símbolos que se incluyeron, figura el busto de una misteriosa doncella. El caso es que en 1929, el Ministerio de Hacienda decidió que debía de acuñarse una moneda con la cabeza de una mujer como símbolo de la República de Letonia y su libertad. Para ello se organizó un concurso en el que se recibieron las ideas de todos aquellos ciudadanos deseosos de dibujar el rostro de la doncella. Un certamen que ganó el artista Karlis Zemdega, pero su boceto no llegó a plasmarse debido a la negativa del gobierno: “técnicamente está bien elaborado, pero no llega a representar el carácter distintivo de Letonia”.
Años más tarde, el artista letón Rihards Zariņš, conocido por realizar los billetes de la Rusia zarista y los primeros sellos de Rusia tras la revolución bolchevique, regresó a su país natal llamado por el gobierno letón. Fue uno de los diseñadores del escudo de armas de la república y también el encargado de diseñar el dibujo final de la doncella. Y aunque se tratara de un retrato para una moneda minúscula, Zarins decidió utilizar una mujer como modelo. Eligió a la jovenZelma Brauere, de 29 años y correctora en una imprenta de Riga frecuentada por el artista. Graduada en Filología y políglota (hablaba siete idiomas), fue una rara excepción en la sociedad de la época, además de ser el amor platónico de Zarins, nunca correspondido. Su retrato se incluyó en cinco monedas de plata y dos billetes, y el grabado era conocido popularmente como Milda, un hecho que Breure odiaba al no reconocer los letones su verdadero nombre.
Nuestra protagonista trabajó durante 43 años en la imprenta de Riga y por desgracia falleció a los 77 a causa de un fatal atropello. Fue enterrada con honores de estado, junto con el mismo vestido que aparece en las monedas. Al menos su historia perdurará a través de la "moneda única".
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