Uno de los puntos débiles de los portátiles es la duración de sus
baterías. Después de un tiempo, que suele rondar los 2 años, la duración
de la batería sufre un bajón que hace que el portátil acabe
convirtiéndose casi en un ordenador fijo al depender exclusivamente del
cable de corriente para su funcionamiento. Además, el precio de una
batería nueva es cara todavía, por lo que la solución es intentar
aumentar ese tiempo de vida útil el mayor tiempo posible. Para ello,
vamos a dar una serie de consejos que nos ayudará a tal fin:
– Es importante que cada 2 ó 3 semanas, antes de cargarla, se haga uso de la batería hasta que se agote totalmente.
– Es perjudicial dejar la batería sin usar durante un tiempo prolongado.
No se recomienda en ningún caso, puesto que las baterías pierden vida
simplemente con el paso del tiempo. Si debe hacerlo, al menos guardarla
con una carga aproximada del 40% en un lugar fresco y seco, nunca
completamente descargada.
– Siempre que sea posible se debe usar el portátil o notebook conectado a la toma de corriente.
A partir del momento en que la batería está cargada, el portátil
detecta esto y pasa a usar sólo la electricidad. Esto tira por tierra
uno de los mitos que se puede leer en muchos medios, que dice que cuando
se utiliza el portátil o notebook enchufado a la toma de corriente, es
mejor sacar la batería para aumentarle su vida útil. Además, elimina una
de las ventajas del portátil que es la de no perder la información ante
caídas de la corriente eléctrica.
– El sistema operativo de las notebooks y portátiles tienen distintos perfiles de configuración de consumo de energía. La correcta elección de uno de estos perfiles hará que la carga dure más.
– Si no se utiliza WIFI, hay que apagarla. Mantener encendido el adaptador para redes WIFI hará que este consuma energía constantemente. Lo mismo pasa con el Bluetooth o los puertos infrarrojos.
– Suspender el sistema es muy cómodo, ya que puede volver al estado
anterior de modo inmediato. Sin embargo, de este modo el ordenador nunca
se apaga completamente, por lo que sigue consumiendo algo de energía.
Si no va a utilizar el ordenador por un tiempo, hiberne en lugar de suspender. Para pausas cortas es mejor suspender, puesto que se gasta bastante energía leyendo los datos escritos en el disco.
– Optimizar la pantalla. El monitor de las notebooks
es uno de los dispositivos que mayor incidencia tiene en la duración de
la carga de la batería. Para eso se debe poner el brillo con la menor intensidad posible. Otro buen recurso es utilizar un fondo de escritorio oscuro, cuanto más oscuro sea, menos energía consumirá.
– Cualquier componente que no requiera debe ser desconectado,
incluyendo tarjetas PCMCIA (aunque estén desactivadas), dispositivos
USB como ratones y teclados y, por supuesto, reproductores MP3
conectados por USB para recargar su batería.
– Por lógica, mientras mayor cantidad de programas estén corriendo en
un momento, mayor trabajo tiene el procesador y por esta misma razón,
mayor consumo de energía. Es recomendable optimizar las aplicaciones que se cargan al iniciar Windows, para tener la menor cantidad de programas corriendo al mismo tiempo.
– Los spywares utilizan recursos. Es necesario
mantener el portátil o notebook limpios de programas espías, al estar
permanentemente en ejecución, están constantemente consumiendo batería.
– Evite usar aplicaciones que hagan uso del lector de CD o DVD.
Estos dispositivos tienen un alto consumo y si deseamos que la carga
dure más, hay que tratar de utilizarlos estando conectados a la red
eléctrica.
– Evite tapar los disipadores de calor, para que el equipo esté lo más frío posible.
– Desfragmente el disco duro con frecuencia y optimice la memoria virtual.
Miguel Ángel Alcaraz, Técnico de soporte y asistencia a usuarios.
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